Escrito por: Mibo Lockward
Estando un poco atribulado por el activo día que había tenido, cuando ya estoy en mi espacio de descanso me detengo un poco a pensar sobre las presiones invisibles que muchas veces sufrimos el común de los cristianos durante nuestra faena diaria. Llego a la conclusión de que gran parte de esas presiones nos la endonamos nosotros mismos y que a estas se les suman los reclamos de los científicos sábelo todo de la vida diaria quienes viven teorizando sobre el como “deberías de estar” en este momento especifico de tu vida. Entiendo que todo esto hace que muchas veces caigamos en un molde social, confeccionado por los eruditos desertores del ejemplo, a los cuales se les hace demasiado fácil ganar el juego desde la banca.
Por esta razón cometemos el error de enfocar nuestras vidas hacia rumbos que en realidad no nos competen ni en los que tampoco tendríamos que estar caminando, haciendo esto que gastemos nuestro tiempo, y provocando que no pensemos en lo que queremos y en lo que en realidad nos importa para vivir.
Entiendo que es muy importante que nos detengamos y pensemos si en verdad todo lo que hacemos lo hacemos porque nos importa o al contrario lo hacemos para llenar los requisitos de la creciente prisión social. Cuando una gente es pura y sincera consigo misma y a esto le agrega la voluntad de aprender a amarse a sí misma, a desarrollarse para pasar de ser un ser ordinario a un ser extraordinario estoy seguro de que la vida se le presentara de una manera distinta y con mas sentido.
Veo en las metas que nos trazamos y en la diligencia para alcanzarlas el motor que mueva nuestras vidas, en nuestros anhelos de superación personal el rumbo que determinara las vías debemos transitar y en la decisión de ser mejores cada día, el complemento para una existencia agradable y distinta.
Seamos mejores, pero mejores personas, mejores referencia, mejores puntos de partida, mejores elementos para aportar a los demás, mejores caminantes de la tierra. Siendo mejores que los que hicieron que la mayor parte de la existencia humana se encuentre en la decadencia que esta ahora, podríamos ser los seres extraordinarios que se necesitan en el mundo en estos momentos.
Por esta razón cometemos el error de enfocar nuestras vidas hacia rumbos que en realidad no nos competen ni en los que tampoco tendríamos que estar caminando, haciendo esto que gastemos nuestro tiempo, y provocando que no pensemos en lo que queremos y en lo que en realidad nos importa para vivir.
Entiendo que es muy importante que nos detengamos y pensemos si en verdad todo lo que hacemos lo hacemos porque nos importa o al contrario lo hacemos para llenar los requisitos de la creciente prisión social. Cuando una gente es pura y sincera consigo misma y a esto le agrega la voluntad de aprender a amarse a sí misma, a desarrollarse para pasar de ser un ser ordinario a un ser extraordinario estoy seguro de que la vida se le presentara de una manera distinta y con mas sentido.
Veo en las metas que nos trazamos y en la diligencia para alcanzarlas el motor que mueva nuestras vidas, en nuestros anhelos de superación personal el rumbo que determinara las vías debemos transitar y en la decisión de ser mejores cada día, el complemento para una existencia agradable y distinta.
Seamos mejores, pero mejores personas, mejores referencia, mejores puntos de partida, mejores elementos para aportar a los demás, mejores caminantes de la tierra. Siendo mejores que los que hicieron que la mayor parte de la existencia humana se encuentre en la decadencia que esta ahora, podríamos ser los seres extraordinarios que se necesitan en el mundo en estos momentos.
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